Yaroslavl[jɪrɐˈsɫavlʲ]
Situada en la confluencia de los ríos Volga y Kotorosl, a unos 250 km al noreste de Moscú, la histórica ciudad de Yaroslavl se convirtió en un importante centro comercial a partir del siglo XI.
Es famosa por sus numerosas iglesias del siglo XVII y es un ejemplo sobresaliente de la reforma urbanística que la emperatriz Catalina la Grande ordenó para toda Rusia en 1763. Aunque conserva algunas de sus importantes estructuras históricas, la ciudad fue renovada en estilo neoclásico siguiendo el plan radial. También ha conservado elementos del siglo XVI en el Monasterio Spassky, uno de los más antiguos de la región del Alto Volga, construido en el sitio de un templo pagano a finales del siglo XII pero reconstruido con el tiempo.
Hoy en día, la mayoría de los grandes lugares de interés de la ciudad permanecen casi intactos, colocados de forma segura en un triángulo definido parcialmente por la unión de los ríos Kotorosl y Volga. Aquí es donde los visitantes encontrarán los monumentos más pintorescos de la ciudad: la Iglesia de Ilya (o Elías) el Profeta, la Iglesia del Arcángel Miguel y la Capilla de San Alejandro Nevsky.